Una de las expresiones más cotidianas del patrimonio biocultural es la diversidad de semillas locales domesticadas y las prácticas alimentarias de los pueblos. La alimentación es la base de la existencia humana, no sólo a nivel fisiológico, ya que la comida está constituida por mezclas preparadas con una amplia gama de ingredientes, métodos, sentimientos, actitudes, normas y prácticas sociales. Para los pueblos originarios y campesinos, las semillas no son sólo un elemento que puede ser manipulado en un laboratorio y comprado en una tienda. Por el contrario, las semillas y su manejo condensan cosmovisiones, modelos de cognición y elementos de identidad que guían las estrategias utilizadas en la agricultura familiar y la alimentación a pesar de las transformaciones del territorio.
Este proyecto de investigación evalúa la resiliencia del uso y manejo de la diversidad de semillas locales y alimentos provenientes de las huertas familiares; así como las prácticas alimentarias asociadas en huertas familiares de la zona andina del sur de Chile. Las preguntas planteadas son: ¿Cuán resilientes son la diversidad de cultivos y las prácticas alimentarias locales? Y ¿Cuáles prácticas son clave para el uso y vigencia del patrimonio biocultural alimentario local?
Para responder a estas preguntas, es necesario un enfoque interdisciplinario que integra métodos etnográficos, junto con otras herramientas cuali- y cuantitativas para explorar los patrones de cambio socio-ambiental y los factores percibidos como influyentes sobre el conocimiento agrícola en huertas familiares campesinas y las prácticas alimentarias asociadas.