Organizado por el Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC) y la Fundación Ibáñez Atkinson, el intercambio reunió a agentes de toda la zona, en un esfuerzo por consolidar y reforzar redes territoriales.
Con la participación de huerteros y huerteras de toda La Araucanía Lacustre, la Red de Huertas Educativas de La Araucanía (RHUEDA) estrenó octubre con su primer intercambio de semillas de la primavera y el segundo organizado en el año. La actividad, celebrada en el auditorio del Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable (CIDS) Michel Durand Q., reunió a los y las participantes en torno a variedades de semillas, plantas y una rica merienda para compartir.
El intercambio invitó a los y las participantes a reunirse en torno a la diversidad de plantas y semillas del territorio, pero también a una merienda celebrada al final del intercambio que buscó otorgar un espacio aún más familiar y cercano, donde las redes pudiesen fortalecerse.
Las semillas y sus historias
El encuentro fue una oportunidad de intercambio no sólo de semillas, sino que también de conocimientos. Inspirados en la práctica del tranfkintu, actividad mapuche que reúne a las comunidades en torno al intercambio de productos que vengan principalmente de la madre tierra, como semillas, plantas, animales, artesanías y alimentos, y los conocimientos asociados a estos, los encuentros organizados por RHUEDA buscan emular parte de estas reuniones que tradicionalmente se han celebrado entre comunidades mapuche y campesinas.
Así, la coordinadora del convenio entre el Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC) y la Fundación Ibañez Atkinson, Elisa Tironi, organizadores principales de este encuentro, describe el intercambio como un “encuentro entre distintos agentes, humanos y no humanos, en el cual se compartieron saberes, sentires y haceres entretejidos por las semillas y sus historias”.
“Fue una experiencia que nos permitió sentirnos parte de un red de cuidado y cariño entre nosotros y nosotras, las semillas y el territorio del cual somos parte”, agregó, destacando el ambiente de compañerismo y colaboración que se vivió durante la actividad.
Desde Huiscapi, la actividad fue acompañada también por las huerteras participantes del programa “Soy Emprendedor” que la Fundación Ibañez Atkinson, con apoyo del Cedel UC, ejecuta en la localidad de Huiscapi, en la comuna de Loncoche. “El poder participar de esta iniciativa es una buena oportunidad para que nuestras alumnas del taller de huerto tomen contacto con otros agentes y compartan diversas experiencias”, señala el coordinador en Huiscapi de la Fundación, Omar Davison.
El encuentro reunió a huerteros y huerteras de toda La Araucanía Lacustre, incluyendo a las huerteras del programa "Soy Emprendendor" que ejecuta la Fundación Ibáñez Atkinson en la localidad de Huiscapi, en la comuna de Loncoche. En la imagen, Ruth Ocampo, monitora del taller de huertos de la Huerta Mía en Huiscapi.
El libre flujo de semillas
Por otra parte, una de las coordinadoras de la RHUEDA, Claudia Ríos, quien además es coordinadora General del MIRAS Araucanía, museo ejecutado por el Cedel UC, asegura que estos encuentros siguen fomentando el libre flujo de semillas.
Según indica, estos encuentros promueven “la soberanía alimentaria, la agroecología, el compartir los saberes, las semillas y resguardar su mantención, limpias, orgánicas y que tienen la memoria de ser cultivadas en el territorio”.
Esto es apoyado por la otra coordinadora de la Red, Constanza Monterrubio, investigadora que ha desarrollado distintos trabajos en torno a la huerta y su rol como acervo del conocimiento agrícola local. “El libre flujo de semillas se vuelve cada vez más importante a la luz de toda la incertidumbre que genera la firma de tratados internacionales (...) se vuelve muy importante seguir ejerciendo ese derecho que es la base sobre la cual ha evolucionado la agricultura familiar campesina”.
El flujo de semillas libres, entendidas como aquellas que provienen de cultivos orgánicos y que no están genéticamente modificadas, se vuelve fundamental ante el actual panorama. "Seguir ejerciendo ese derecho que es la base sobre la cual ha evolucionado la agricultura familiar campesina”, señala la investigadora Constanza Monterrubio.
Inventando la RHUEDA
La Red de Huertas Educativas de La Araucanía es una red que nace en 2019 a raíz de la experiencia vivida en el encuentro que celebró la Red Internacional de Huertas Educativas (RIHE) en el CIDS, Michel Durand Q. de la UC, en Villarrica.
En este encuentro se visibilizó la necesidad de articular un espacio que conectara a huertas educativas de La Araucanía, replicando experiencias similares en regiones como Los Lagos.
Así, desde el Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC), con el apoyo de la Fundación Ibañez Atkinson, RHUEDA nace con el propósito de conectar y fortalecer las redes ya existentes en la zona lacustre, una lugar caracterizado por el funcionamiento y desarrollo de huertas comunitarias.
Desde entonces, la Red ha reunido a distintos actores de la región en torno a la práctica huertera, que nace desde motivaciones culturales profundamente arraigadas en la identidad de las distintas comunidades.
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