Junto a investigadores CEDEL UC: Valoras UC realizó conversatorio que abordó la Política Nacional de Convivencia Educativa

• Con asistentes virtuales y presenciales, se desarrolló un conversatorio que discutió los principales puntos de este documento, esto en el marco del mes de la Convivencia Educativa. 

En un encuentro que invitó a actores del mundo educacional, el Programa Valoras UC, que se enfoca en la convivencia educativa y que es ejecutado desde el CEDEL UC, abrió un espacio en el conversatorio “Escuela, comunidad y territorio: ¿Cómo mejoramos la convivencia?”, realizado en el Campus Villarrica UC y que se planteó como una instancia para reflexionar en torno a la Política Nacional de Convivencia Educativa 2024 – 2030 (PNCE).  

Según se detalló en la instancia, este documento ha tenido cuatro actualizaciones. La última se realizó por medio de un proceso participativo en 8 regiones del país en 2022, junto a actores de los distintos estamentos de las comunidades educativas. 

En el conversatorio, que forma parte de un ciclo de encuentros realizados por Valoras en el mes de la Convivencia Educativa, presentaron el Coordinador Académico de Cursos de Valoras UC e investigador CEDEL UC, Alfredo Gaete, la directora ejecutiva de Valoras UC, Viviana Hojman, y la directora de CEDEL UC, Laura Luna.  

El conversatorio se realizó de forma híbrida, con personas que se conectaron a distancia y participaron de forma remota, además de asistentes presenciales que luego pudieron participar de un taller dictado por la directora ejecutiva de Valoras UC.  

Desafíos en convivencia educativa 

En su presentación, Gaete señaló que la PNCE “responde a un desafío global de contribuir a la cohesión y al desarrollo democrático de la sociedad, y a los desafíos en particular que ha planteado la UNESCO”.  Con esto último, se refiere al “nuevo contrato social para la educación” que ha planteado el organismo internacional, donde busca replantear el enfoque del ejercicio educativo hacia la formación ciudadana.  

Asimismo, el investigador CEDEL UC planteó una serie de desafíos en convivencia educativa: transitar desde un modelo reactivo hacia acciones estratégicas que estén orientadas a la promoción de la buena convivencia y la prevención de la violencia; transitar desde lo punitivo al enfoque pedagógico; transitar desde el foco del individuo a lo colectivo y transitar desde la escolaridad tradicional a una con enfoque de derechos, de género que sea participativo y territorial. 

Dimensión ética de la PNCE 

Por su parte, Viviana Hojman aseguró que el documento «pone en el centro la reflexión ética», donde planteó que hablar de convivencia educativa hace la invitación a no solo reflexionar en torno a la comunidad, sino que también a que cada persona que conforma este espacio pueda reflexionar en torno a sí misma. 

«Más que un fundamento práctico, busca ser un ente transformador de la convivencia como ha sido hasta ahora. La ética tiene que ver con la reflexión permanente sobre lo que hacemos y lo que no hacemos, en un diálogo donde se incluye a toda la comunidad educativa”, señaló, ante un espacio de diálogo que hoy se ve amenazado. 

“Hay diversos factores que influyen en las dificultades para que los equipos puedan conversar: el tiempo disponible, la diversidad de contingencias, la cultura de la urgencia, las metodologías para conversar, el miedo al conflicto y la falta de confianza”. 

Convivencia educativa y diversidad cultural 

Finalmente, cerrando el conversatorio, la presentación de la directora del CEDEL UC, Laura Luna, abordó el efecto que tiene en la convivencia educativa el reconocer la diversidad cultural dentro del aula, instalando en ese verbo un concepto central al momento de promover el diálogo.  

“’Reconocer’ es una palabra clave. Es necesaria una política basada en el reconocimiento, que es la base de la interculturalidad e inclusión. Esto significa ver al otro, legitimarlo, y establecer diálogo, generar espacios auténticos para conocer al otro y así poder valorarle, y ser transformado a partir de ese diálogo”, señaló. 

De la misma forma abordó la ética biocultural, que se pregunta por la relación del ser humano con el entorno, incluyendo todos los seres, no sólo a humanos como cohabitantes.  

“Esto se aborda en el concepto de las 3 H, que busca una relación armoniosa entre habitantes, hábitats y hábitos”, explicó. 

Así, la investigadora cerró su presentación dando algunas ideas para aplicar el reconocimiento de la diversidad dentro del aula, tales como escribir en un diario, entrevista a pares, mapeo participativo y proyectos como montar un huerto o distintas iniciativas medioambientales. 

Una oportunidad de crecimiento 

El director del Liceo Bicentenario de Excelencia San Agustín de Lican Ray, Marcelo Ortiz, fue uno de los asistentes al conversatorio, y aseguró que hablar de políticas educativas es siempre una oportunidad de crecimiento. “Vemos hoy, tras la pandemia, cómo se hicieron más patente las necesidades socioemocionales (…) compartimos la importancia de hacer promoción universal de la convivencia educativa en paralelo con lo que dictan los reglamentos y protocolos”. 

El educador aseguró que esto permite construir un ambiente más seguro para todos y todas, con herramientas específicas para los equipos sicosociales en comunidades educativas.  

La actual Política Nacional de Convivencia Educativa es un documento que se proyecta hasta el 2030, y se puede revisar en profundidad, aquí.