El fundador de Hemisferio Sustentable, Nicolás Arriagada, estuvo a cargo de uno de los dos talleres que abrieron la jornada.
El encuentro es el primero presencial luego de variadas reuniones que solo se han podido desarrollar de manera virtual a raíz de la pandemia.
Con las manos en la huerta y en la cocina, este miércoles 1 de diciembre se desarrolló el primer encuentro presencial de la Red de Huertas Educativas de La Araucanía, RHUEDA, en la Huerta Agroecológica El Boldo y con el apoyo de la Fundación Ibañez Atkinson. Durante el encuentro huerteros y huerteras de la región, que hasta el momento solo habían tenido la oportunidad de conocerse a través de la virtualidad, intercambiaron semillas, conocimientos y experiencias.
La agrónoma, Isidora Huici, cocreadora de la empresa AndiSoil,
desarrolló uno de los dos talleres que abrieron la mañana
con técnicas sobre cultivo agroecológico.
Talleres de suelo y cocina
La cita comenzó a las 10 de la mañana en la Huerta que se encuentra dentro del Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable, CIDS Michel Durand Q., con dos talleres que buscaron entregar conocimientos técnicos sobre las características del suelo. De esta manera, los talleres estuvieron presididos por la agrónoma y cocreadora de AndiSoil, Isidora Huici, y el director fundador de Hemisferio Sustentable, Nicolás Arriagada.
Según explica la ingeniera agrónoma y encargada de la Huerta Agroecológica El Boldo, Claudia Ríos,estos talleres buscan también entregar una visión crítica sobre nuestra alimentación. “Cómo vamos mejorando la alimentación y caminando hacia la soberanía alimentaria”, señala la profesional que desarrolló este encuentro junto a la postdoctorado e investigadora del Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC), Constanza Monterrubio, y el coordinador de Educación para el Desarrollo Sustentable del Centro, Pedro Smith.
El taller desarrollado por Alejandra Aillapan contempló la
utilización de los vegetales que se encuentran
en la Huerta Agroecológica El Boldo.
“Por lo mismo, al final del encuentro tuvimos un intercambio de semillas, porque lo que se busca en esta huerta es ser más independientes de alimentos que vienen del uso de combustibles fósiles, por ejemplo”, continúa Claudia Ríos. Es por ello, también, por lo que la mañana cerró con un taller de cocina dictado por Alejandra Aillapan, de la empresa Kaniru, en una actividad donde se trabajó con alimentos locales y de la misma huerta donde se desarrolló el encuentro.
Inventando la RHUEDA
La Red de Huertas Educativas de La Araucanía es una instancia que se pensó desde la experiencia vivida con el encuentro internacional de la Red Internacional de Huertas Educativas (RIHE) en 2019 (y que puedes revivir aquí), el que fue presidido por el Centro UC de Desarrollo Local, Cedel UC, en el CIDS Michel Durand Q., donde se congregaron exponentes de toda Latinoamérica. “Como parte de eso, también vimos la necesidad de que exista una red a nivel regional”, recuerda sobre el encuentro, Constanza Monterrubio.
“A partir de ahí convocamos a actores sociales, a profesores, a gente que tiene algún tipo de certificación ambiental en establecimientos educativos, y cualquier persona interesada en las huertas y su potencial pedagógico, educativo y potenciador para poder formar esta red”, agrega.
Pero la participación del Cedel UC y de los tres principales gestores de la Red no pasa por presidir este espacio, si no que por convertirse en un nodo más de este gran entramado.
“Nace esta instancia desde el Cedel UC, junto a la Fundación Ibañez Atkinson, pensando en ser un nodo más dentro de lo que es esta Red”, explica por su parte Claudia Ríos, “somos los convocantes, pero siempre buscando potenciar distintos nodos en la región. Y en ese ejercicio buscamos a actores que tuvieran huertas productivas, pero que tuvieran el potencial y quisieran ser huertas educativas”.
El encuentro contó principalmente con la participación de profesores
y profesoras de la región, pero también con personas que tuvieran la motivación
y las ganas de formar una huerta educativa en sus espacios.
RHUEDA hacia el 2022
Al final de la jornada, y tras un almuerzo compartido donde los alimentos fueron producidos durante el taller con Alejandra Alliapan, el encuentro también se enfocó en consolidar las bases de acción de cara al próximo año, donde la Red espera continuar creciendo y extendiendo su alcance a más zonas del Wallmapu.
A través de una dinámica denominada “la juguera”, los y las participantes intercambiaron visiones sobre diversos temas relacionados a la naturaleza, agrupados en parejas que iban intercalándose entre sí.
Al mediodía se desarrolló un almuerzo en conjunto con los y las
participantes en la sala Sabores y Saberes y del Museo Interactivo
Regional de Agroecología y Sustentabilidad, MIRAS La Araucanía.
Esta instancia sirvió para hacer fluir las ideas que se retroalimentaron más adelante para proponer acciones a concretar en 2022. “Generamos una pequeña planificación de actividades claves para el próximo año, que tienen que ver con estar comunicados, aprovechando las tecnologías disponibles”, explica Pedro Smith.
Así, se llegaron a diversos acuerdos respecto a las acciones específicas que se tomarán durante los próximos doce meses, entre las que se cuentan encuentros periódicos y comunitarios e iniciativas de acompañamiento para personas que estén iniciando sus huertas y que deseen sumarse a esta Red.
“Surgió la idea de encuentros mensuales en diferentes huertas de la región, donde poder intercambiar saberes, donde poder involucrar a diferentes personas que se integren a RHUEDA”, explica el coordinador de Educación para el Desarrollo Sustentable, entre otras iniciativas como trafkintus, celebraciones familiares y confección de material educativo.
De esta manera, el 2022 espera ser un año donde la RHUEDA se consolide y poco a poco vaya integrando a más personas a una Red que busca posicionarse regionalmente como una instancia nutritiva de encuentros, no solo para la tierra y sus plantas, si no que también para el espíritu de las personas que participan de ella.