Huella COVID en Coronel, Temuco, Osorno y Valdivia: Consumo de electricidad para calefacción aumentó 30% durante el invierno de 2020

En noviembre se presentaron los resultados preliminares del estudio “Impactos del COVID-19 en la huella de carbono de hogares de Chile”, estudio que mide las emisiones de CO2 en 4 ciudades del sur antes, durante y post pandemia. Su objetivo es estimar los cambios en consumos energéticos de los hogares y así poder aportar con propuestas de sustentabilidad ambiental y económica.

Carolina Rojas, investigadora del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) y profesora del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales  UC, se adjudicó el “Fondo para investigación científica COVID19” de la Asociación Nacional de Investigación y Desarrollo ANID. Dicho proyecto se está desarrollando en conjunto con investigadores del IEUT UC y cuenta con la participación de François Simon, Gonzalo Salazar, director de Cedel UC y Helen de la Fuente, quienes también forman parte del equipo CEDEUS.

Se eligieron para la investigación CoronelTemucoOsorno Valdivia, debido a que son ciudades intermedias en donde el COVID-19 se propagó tempranamente y en las que existen problemas ambientales anteriores a la pandemia como altos niveles de contaminación ambiental por material particulado y altas emisiones de CO2, debido al uso de leña para calefacción y cocina y al uso del transportes motorizados.

En un workshop de análisis de resultado, que contó con la participación de Michael Widener de University of Toronto e Ivan Muñíz de la Universidad Autónoma de Barcelona, se revelaron las variaciones en la huella de carbono de los hogares como resultado de la cuarentenas y otras medidas de restricción durante el invierno pasado, específicamente en el gasto energético para las viviendas y por el uso de medios de transporte. Lo anterior se vinculó con la forma urbana en las 4 ciudades antes mencionadas.

Para el estudio, se realizó la primera de dos encuestas a 1200 hogares, 300 por cada ciudad señalada, con la cual se pudo llegar a resultados preliminares. Esta se enfocó en las emisiones estimadas de CO2 durante la estación de invierno y la segunda se efectuará durante el verano 2021, para así evidenciar el contraste en los consumos energéticos y los efectos ambientales durante cada periodo. 

A continuación, se presentan los primeros resultados arrojados:

Energía

Debido a las condiciones climáticas de las ciudades estudiadas, se destaca que, en cuanto al uso de calefacción, el consumo de electricidad durante la cuarentena aumentó en un 30% y el de parafina en un 27%, respecto al invierno de 2019. Por su parte, el consumo doméstico de electricidad, en electrodomésticos o aparatos tecnológicos, por ejemplo, aumentó en un 16% entre marzo y julio 2020. En tanto el consumo de gas para cocinar y para el agua caliente aumentó un 16% entre marzo y julio 2020.

Esto se traduce en un aumento de las emisiones por calefacción de un 5% pero un considerable aumento de las emisiones de electricidad y gas en promedio de un 16%. En resumen una emisión estimada  anual por hogar en promedio de 4.730 Kg CO2.

Transporte 

En segundo lugar, destacan los resultados sobre el impacto en la huella de carbono por el uso de medios de transporte, tales como;  automóvil, microbús, taxi/colectivo,  tren y  aplicaciones de transporte (Uber, Cabify, etc). 

En las ciudades estudiadas la movilidad por razones de trabajo se redujo en un 40%  debido al aumento del teletrabajo, consecuencia de las restricciones impuestas por el gobierno durante la pandemia. Sin embargo, de las personas que se están moviendo por motivos laborales, un 64% lo hace en automóviles y un 18% en microbus. Esto se correlaciona y tiene sentido considerando que el 75% de los hogares cuentan con el automóvil como medio de transporte. 

Forma urbana

Existe una relación entre la forma urbana y las emisiones de CO2, por ejemplo las ciudades más dispersas tienden a consumir más combustible por hogar que las ciudades compactas que usan más transporte público, por tanto al comparar la densidad de ciudades intermedias con las huellas de carbono en pandemia, evidenciamos relaciones preliminares diferentes entre la densificación y el usos de energía y transporte en los hogares. 

En relación a la energía, se demostró que Osorno es la localidad menos sustentable de las cuatro, debido a que presenta un gran nivel de consumo respecto a su densidad; mientras que Coronel tiene un consumo de energía menor  en comparación con el resto de las ciudades con densidades similares. 

En el caso del transporte, se refleja una disminución de la huella de carbono en Valdivia, principalmente por la reducción de movilidad para ir a estudiar y fuertemente por trabajo, debido a que la población en Valdivia tiene más trabajos asociados a las áreas de servicios y universidad; mientras que en zonas, como Coronel cuya fuerza laboral se concentra en el sector primario, donde no se ha implementado el teletrabajo, no ha habido una reducción tan notoria del CO2. 

Como se mencionó anteriormente, el estudio Huella COVID aún sigue en curso, y los resultados preliminares están sujetos a ajustes, según la información que recolectamos en verano. Se espera para marzo 2021 tener los datos sobre las emisiones anuales de CO2 en pandemia y así evidenciar los cambios en el consumo y su relación con los datos socioeconómicos, ambientales y de composición urbana de las ciudades estudiadas. 

Información periodística: Comunicaciones Cedeus UC.