En el marco del Día Mundial del Agua, CIGIDEN destaca tres miradas en torno a la necesidad de una gestión integrada de este recurso vital, que según las Naciones Unidas, constituye la base de conflictos planetarios, como lo son los desastres socionaturales.
“Evidentemente la escasez hídrica es un tema prioritario por sus consecuencias sociales, ecológicas y económicas. En Chile llevamos 13 años de la peor sequía de la historia y el 72% de la superficie del país sufre de sequía en algún grado", asegura el investigador del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) y del Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC), Manuel Tironi.
En efecto, la zona centro norte y centro sur del país se encuentran con déficits de precipitaciones de entre un 60% y un 80% y 156 de las 345 comunas del país presentan riesgo de desertificación. Asimismo, la sequía y la contaminación del agua están presentes especialmente donde hay actividad minera, forestal o un crecimiento urbano descontrolado. “Los asentamientos informales, los territorios rurales y las comunidades indígenas son especialmente afectados”, advierte el experto.
Manuel Tironi lidera la línea “Cultura del desastre y gobernanza del riesgo” en CIGIDEN y ha desarrollado varias de sus investigaciones en torno a las comunidades y su relación con lugar que habitan para comprender el comportamiento de estos grupos humanos frente a desastres socionaturales. Según el investigador, hemos construido gran parte de nuestra identidad social en torno al agua y para muchas comunidades los mares, lagos, glaciares y ríos, son parte de su pertenencia territorial.
“Los pueblos originarios de Chile, por ejemplo, no ven al agua cómo un “recurso”, sino como una dimensión más de la existencia humana. Este es el caso del pueblo Mapuche y el Lickanantay, quienes le entregan el nombre de el ko y la puri, respectivamente.”, explica.
De hecho, el daño a las aguas en territorios indígenas, ya sea por sequía, extracción o contaminación, tiene un impacto profundo en sus proyectos de vida, advierte el investigador Cedel UC.
Campaña oficial de la ONU en este Día Mundial del Agua 2023.
Gestión proactiva de la sequía
Por su parte, el investigador asociado de CIGIDEN y Director del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Jorge Gironás, destaca que debemos considerar que el agua “no solo le sirve al ser humano o al uso industrial, sino que también cumple un rol ambiental, ya que los ecosistemas necesitan de este recurso y la biodiversidad se mantiene a partir del mismo”, señala el hidrólogo.
Para este investigador que actualmente lidera el proyecto ANID Sequía, el futuro nos trae una serie de desafíos adicionales que se suman a los que ya tenemos actualmente con el cambio climático, como lo es la falta atención a la calidad de agua y no solo a su disponibilidad, junto a la preservación de la cual se necesita “tener una visión más integrada con una mirada más cíclica del recurso”, sostiene.
Sistemas de agua inteligentes
¿Cómo vincular los efectos del cambio climático con la prestación de servicios de los sistemas de agua potable? Con esta motivación la unidad de Gestión de Riesgos de Desastres de la Superintendencia de Servicios Sanitarios de Chile (SISS), junto a un equipo de expertos UC, donde participa la investigadora asociada de CIGIDEN, Paula Aguirre, desarrollaron un hoja de ruta para un sistema de supervisión y alerta temprana para los servicios de agua potable urbanos.
Para esto, estudiaron diversos sistemas de gestión de agua en otros países que podrían ser aplicados en Chile, como el sistema de agua inteligente. Se trata de una experiencia internacional donde toda la red de producción y distribución de agua está altamente sensorizada -desde la fuente de agua cruda hasta los medidores digitales instalados en las casas de las personas-. Aguirre explica que esto sirve para “proveer información continua y útil para distintas entidades, como por ejemplo organismos supervisores, equivalentes al SISS en Chile e incluso puede ser útil para que los ciudadanos puedan monitorear en tiempo real la cantidad de agua que les llega a su casa y su consumo.
“Algunos países exitosos en temas de automatización de la gestión del agua son Corea del Sur y Singapur. En Europa, España está con planes pilotos y en Chile no estamos tan avanzados en temas de sensorización de la red, pero existen protocolos para la generación de información por parte de las empresas sanitarias y entrega de información a las SISS con la finalidad de poder generar alertas tempranas y mejorar la gestión del agua potable”, detalla la doctora en Astrofísica UC.
Por la gravedad de la situación a la que nos expone la escasez hídrica, los expertos señalan que se debe tomar conciencia a todo nivel. “Hay que cultivar una nueva relación con el agua, y esto comienza desde la escuela y continúa en la familia y en todos los ámbitos de la vida social. Tenemos que entender que el problema hídrico es ante todo, un problema relacionado con la justicia y equidad social, por lo que urge cambiar muchas regulaciones y hacerlas hidro-responsables”, dice Manuel Tironi.