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Hija de una maratonista y un esquiador, Annika Levaggi, de 24 años, volvió a Villarrica desde California casi cuatro años después de haber cursado el programa Socio-Ecological Sustainability que se dicta en el Campus Villarrica de la Pontificia Universidad Católica para estudiantes de la University of California, Berkeley, experiencia que atribuye a los intereses actuales que la trajeron de vuelta al territorio lacustre. 

 

Investigación participativa 

Becada por el programa Fulbright, que entrega financiamiento a estudiantes e investigadores de un grupo de 155 países alrededor del mundo para promover el intercambio educacional, científico, técnico y profesional, Annika asegura que desde que se fue de Villarrica en 2019, buscó alguna manera de regresar. 

“Siento que mucho de mi interés en investigaciones participativas con comunidades es el resultado de esa experiencia”, señala. Durante su estadía, la estudiante se involucró en proyectos que desarrollaron trabajos colaborativos con comunidades rurales “construyendo soluciones interdisciplinarias que unen la ciencia occidental con formas alternativas de conocimiento”. 

 

Desde California al sur de Chile

Reimaginar los sistemas alimentarios como una manera de lograr justicia socio-ecológica, fue el interés que llevó a Annika a estudiar Ciencia Medioambiental con enfoque en Agroecología en UC Berkeley. 

Durante sus años universitarios integró el Bowles Agroecology Lab y el Berkeley Food Institute, de la misma universidad, espacios donde se involucró en métodos de cultivo, cambio climático y huertas que se desarrollaron como una iniciativa en todo el campus para que estudiantes tuvieran la oportunidad de hablar sobre educación alternativa, seguridad alimentaria y colaboraciones comunitarias. 

Asimismo, tras escribir su tesis “Berkeley Students Farms: A Community-Based Model for Urban Agriculture Education” y antes de volver a Chile, Annika se desempeñó como instructora de educación al aire libre en la escuela de Colorado Outward Bound. 

Por otra parte, a investigadora integró investigaciones participativas que involucraron a agricultores de California “para desarrollar métodos de ‘no-till’ -técnica en agricultura que consiste en cultivar sin labrar la tierra- para mitigar los efectos de las condiciones de sequía, así como con líderes indígenas de la tribu Ohlone para desarrollar un plan de estudios más inclusivo sobre agroecología en UC Berkeley”. 

 

Interdisciplina

Prácticamente desde que me fui busqué alguna manera de volver y seguir aprendiendo con un equipo increíble como el del Cedel UC”, asegura Annika sobre un espacio desde donde desarrolla en la actualidad un trabajo que define como “una mezcla entre analizar en qué medida podemos decir que la Quila es una especie culturalmente clave dentro de las comunidades Mapuche (...) y la creación de un manual de recomendaciones de gestión para que cualquiera, desde un huertero a una agencia de silvicultura, pueda entender cómo manejar mejor esta especie”.

Es este involucramiento con prácticas comunitarias lo que trajo de vuelta a Annika en marzo de 2023 al Campus Villarrica. Desde allí, ha integrado equipos de trabajo en el Centro UC de Desarrollo Local y ha sido testigo de un nodo interdisciplinario que asegura “crea perspectivas en la academia. Desde educación hasta soberanía alimentaria y estudios ecológicos, la interdisciplina y el trabajo colaborativo aquí continúa impresionándome”. 

Annika Levaggi estará en Chile desarrollando su investigación sobre la Quila por un período de 9 meses, tiempo donde la investigadora espera facilitar el diseño de un sistema de monitoreo y el manejo de un parche hecho de quila que sería accesible para cualquier persona, algo que la estudiante no deja de definir como un proceso que dependerá de lo que la comunidad “quiere y necesita”. 

“Me interesa la investigación participativa que trabaja con las comunidades (...) que estudien y testeen soluciones, en vez de lamentar los desafíos que ya están definidos”, sentencia. 

Trilingüe e ilustrado en parte por niños y niñas, Tukukan Wall Mapu Mew, o El Habla de la Huerta en español, es un libro que se puede leer, ver y escuchar en un intento por aportar a la revitalización del mapudungun desde los ciclos anuales de la huerta.  

“Es una invitación a honrar la huerta”, así describe Josefina Cortés, socióloga e investigadora en el Centro UC de Desarrollo Local, el libro Tukukan Wall Mapu Mew – El habla de la huerta, un texto ilustrado para niños y niñas que resume el trabajo realizado por la investigadora junto a un equipo de profesionales en torno a la huerta, el valor que tiene para distintas comunidades y su íntimo vínculo con una sociedad intercultural.  

Fue en 2019 cuando Cortés junto a las investigadoras Romina Urra, María de la Luz Marqués, Rukmini Becerra, María Lara Millapan y el investigador Tomás Ibarra, desarrollaron el proyecto ANID – Explora “Huerteando cultivo mi cultura: La huerta como espacio de revitalización lingüística y cultural mapuche en la educación científica inicial”, un trabajo que involucró a los jardines infantiles We Rayen de Dehuepille, We Kimun y Emanuel de Padre Las Casas, en la región de La Araucanía. 

 

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Durante el lanzamiento del libro, educadoras de los jardines infantiles involucrados en el proyecto fueron reconocidas con el libro. En la imagen Verónica Meliqueo y Norma Quidel del Jardín Emanuel, Lida Oñate del Jardín We Kimun Dehuepille, y Carolaine Caucao y Yoselin Sepúlveda del Jadrín We Rayen, junto a los investigadores Rukmini Becerra y Tomás Ibarra. 

La huerta como un espacio holístico 

Escrito y vocalizado en mapudungun, español e inglés con audios que se disponen a través de códigos QR a lo largo del libro, el material es una instancia para revalorizar la lengua mapuche a través de la comprensión de los distintos procesos que se viven en la huerta, y que configura un espacio importante para la formación biocultural de niños y niñas que a diario se vinculan con este tipo de espacios.  

A través de palabras destacadas que se presentan junto a ilustraciones hechas por la ilustradora Belén Chávez, en diálogo con dibujos e imágenes realizadas por los mismos niños y niñas de los jardines infantiles participantes del proyecto, el libro habla desde la presencia que tienen un rastrillo y una mariposa en la huerta, hasta el valor de la sabiduría de abuelos y abuelas. 

“Yo soy huertera, pero antes la huerta la veía desde la huerta nada más”, confiesa Marqués, académica de la carrera Pedagogía en Educación de Párvulos en el Campus Villarrica de la UC, quien se desempeñó como codirectora del proyecto desarrollado en 2019, “y este proyecto me permitió ver de manera holística y en el contexto de este territorio y desde la cosmovisión mapuche lo que significa una huerta”.  

 

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El lanzamiento contó con la particiación de estudiantes de los colegios El Encuentro y Santa Cruz de Villarrica.

 

Revitalizar el mapudungun desde el Campus Villarrica 

“Es el puntapié inicial para seguir difundiendo la revitalización lingüística, cultural y ambiental”, asegura Ibarra sobre este libro, refiriéndose al trabajo realizado durante los últimos años por académicos e investigadores del Campus Villarrica, lo que es apoyado por el director de la Unidad, Gonzalo Valdivieso. “Este libro se suma a una gran cantidad de obras que van en la misma línea y que dan la posibilidad de leer y escuchar el mapuzungun”. 

Por su parte, la académica del Campus Villarrica y poetisa mapuche, María Lara Millapan, destaca el uso de un mapudungun que incluye palabras propias del territorio y que abre las puertas a la lectura y escritura de la lengua. “Contiene la palabra propia de los niños y niñas mapuche de Wallmapu. Siento que es un paso para revertir la asimilación lingüística”. 

 

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Como actividad de cierre del lanzamiento, niños, niñas y grandes disfrutaron de una obra de teatro de títeres realizada por la académica del Campus Villarrica UC, María de la Luz Marqués y la encargada de la Biblioteca Gabriela Mistral del Campus, Cherie Araya. 

 

Procesos cíclicos 

El libro “habla sobre los ciclos de la huerta y la naturaleza en Wallmapu. Es una invitación a prestar atención y honrar la huerta, su memoria, sus colores, olores, descansos y cosechas”, explica Cortés. 

Así como estos ciclos son presentados en el libro a través de las cuatro estaciones, comenzando por el otoño y terminando en el verano, Ibarra asegura que el proceso de creación del libro fue un ciclo que integró a diferentes equipos y que hoy se traduce en este producto.  

“Todo el proceso de implementación de una estrategia educativa, investigación, luego el proceso de grabar los audios, vincular todas las lenguas involucradas, el proceso de ilustración, todo eso hoy día se cristaliza en este libro”, señala.  

“En este largo camino se ha sumado mucha gente, a quienes les agradecemos profundamente su trabajo y aportes para crear este libro-obra”, asegura por su parte Cortés. 

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El libro cuenta con ilustraciones realizadas por la ilustradora Belén Chávez quien a su vez hizo dialogar sus creaciones con dibujos realizados por niños y niñas que participaron en actividades del proyecto desarrollado en 2019. 

 

El equipo estuvo compuesto por los investigadores y por un equipo que se encargó de darle forma el libro. Junto a la editorial Orjikh y su equipo, a Eugenia Huisca, Daniela Salazar y Ada Sánchez, que estuvieron a cargo de la vocalización del texto en mapudungun, español e inglés, respectivamente, al estudio de sonido Liucura Records y la ilustradora Belén Chávez, el libro busca convertirse en un “instrumento para acercar el territorio y la realidad sociocultural y bio cultural de los niños y niñas desde muy temprana edad”, según señala Marqués. 

Para Belén Chávez, la ilustradora del texto, la invitación a sumarse al equipo tras el libro fue un “lujo”.  “Lo veo con mucho respeto y como un honor en el fondo, ver esos trazos tan libres tan espontáneos”, señala refiriéndose a los dibujos de niños y niñas con los cuales integró sus ilustraciones, “y como broche de oro el espíritu del libro, que es rescatar el mapuzungun”. 

“Hay algunas ilustraciones que son solamente cosas de ellos, ellas, combinamos entre ambas partes y luego otras mías, entonces es bien dialogante en ese sentido”.  

 

Lanzamiento 

El libro contó con un lanzamiento que incluyó la participación de niños, niñas y adultos, en una jornada con variadas actividades. Particularmente, participaron estudiantes de primero básico de los colegios El Encuentro y Santa Cruz de Villarrica, además de educadoras de jardines interculturales JUNJI.  

Así, niños y niñas tuvieron la oportunidad de disfrutar de actividades organizadas por el Museo Interactivo Regional de Agroecología y Sustentabilidad, MIRAS Araucanía, además de una presentación de títeres organizada entre los autores y la Biblioteca Gabriela Mistral del Campus.  

Mientras tanto, adultos y adultas participaron de un conversatorio junto a los autores del libro, además de asistir a las palabras de la académica María Lara Millapan.   

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La encargada del jardín infantil We Kimun, Waleska Sandoval, fue reconocida por los investigadores debido a su participación en el proyecto desarrollado en 2019. 

 

Un aporte a la formación biocultural 

“Hay que apuntar ahí”, dice una de las asistentes al lanzamiento, Yuvixa Barrera, que también estuvo involucrada en los talleres que se realizaron durante la investigación desarrollada en 2019 y que fue reconocida por su aporte durante el lanzamiento del libro celebrado en abril de 2023. “Es interesante porque los niños aprenden el respeto desde chiquititos por la tierra, a valorar lo que ellos están comiendo y a cuidar el ambiente, a no contaminar, no botar basura y empezar a reciclar, no ser tan consumista y empezar a valorar lo que se produce”. 

Por otra parte, la encargada del jardín infantil We Kimun, Waleska Sandoval, asegura que el valor de este libro está principalmente en la visualización de la huerta y sus ciclos. “Me encantaría que este libro saliera en la tele, hablan los niños, más allá de que se pueda escuchar a través de un QR, el solo verlo es mucho más cercano para los niños que ver otro tipo de textos, los niños con ver reflejan y te cuentan la historia sin tener que contarlo. De verdad me encantó”.  

“Esperamos que sea un aporte a la formación biocultural de niños y niñas, y a la revitalización de saberes mapuche, así como al aprendizaje de nuevas ideas, de manera emocionante y divertida”, finaliza Cortés.  

“Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros lo hemos hecho”. 

 

Revisa el álbum de fotos del lanzmiento. © Cristóbal Saavedra, Campus Villarrica UC

Lanzamiento libro: Tukukan Wall Mapu Mew, El habla de la huerta.

En Villarrica, 13 personas pertenecientes a pueblos originarios, principalmente de los pueblos aymara y mapuche, fueron capacitados para convertirse en auditores del Sello de Turismo Indígena, una iniciativa que busca reconocer emprendimientos del rubro que promuevan el crecimiento de este tipo de turismo. 

Desarrollado en 2022, el Sello corresponde a un proyecto mandatado por CORFO y ejecutado por el Centro UC de Desarrollo Local, junto a la Asociación Nacional de Turismo Indígena (ANTI) y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI).

La capacitación tuvo como objetivo entregar herramientas a los y las participantes, seleccionados tras un proceso de postulación, para convertirse en auditores, quienes deberán auditar a cinco empresas del turismo indígena, para promover y verificar en terreno el cumplimiento de los requerimientos del Sello de Turismo Indígena.

La capacitación fue liderada por el investigador principal de la línea de investigación del Cedel UC Turismo Sustentable y Desarrollo Económico Local y académico del Campus Villarrica de la UC, dr. Andrés Ried, y la docente de Ecoturismo en Duoc UC Campus Villarrica, Stephany Carmody. Así, la capacitación contó también con la participación de estudiantes de las carreras Ecoturismo, Turismo de Aventura y Turismo y Hotelería.

El Sello de Turismo Indígena es un reconocimiento formal otorgado a prestadores de servicios turísticos con pertinencia indígena. Este proyecto fue financiado por el Gobierno Regional de la Araucanía a través de CORFO- Línea Bienes Públicos para Competitividad Regional.