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En Chile existen más de 3 millones y medio de perros callejeros, cifra que evidencia la presencia que tienen estos animales en centros urbanos del país. “La situación de los perros a nivel mundial depende en buena medida de acciones humanas directas”, señala el investigador que dirige el estudio, Pelayo Benavides, quien figura en la imagen durante una actividad en terreno en la plaza de armas de Villarrica.

¿Cómo se relacionan los perros callejeros con su entorno inmediato? ¿existe el desarrollo de una relación parasocial con humanos? y ¿cuáles son las percepciones acerca de los perros callejeros que tienen distintas personas en estos entornos urbanos públicos? Estas son algunas de las preguntas que buscará responder el académico del Campus Villarrica de la UC e investigador del Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC), Pelayo Benavides, a través de una investigación que tendrá como objeto de estudio a perros callejeros de la ciudad de Villarrica y Temuco.  

El proyecto, denominado “Estudio de relaciones humano-animal con perros callejeros en dos asentamientos urbanos de la IX Región”, corresponde a una iniciativa que cuenta con el FONDECYT de Iniciación de Investigación 2022 adjudicado en enero y tratará de caracterizar la relación que estos animales han establecido con los habitantes de ambas ciudades.

 

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Según el primer censo nacional de gatos y perros, en Chile existen 3.461.104 perros callejeros o "sin tutor", un dato que pone en evidencia la necesidad de estudiar las interacciones interespecies que se dan entre estos animales y humanos.  

 

3 millones y medio de perros callejeros

Según el primer censo nacional de gatos y perros, realizado por la Escuela de Medicina Veterinaria UC en conjunto con la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) y que publicó sus resultados en marzo de 2022, en Chile existen alrededor de 3 millones y medio de perros callejeros o “sin tutor”, de un universo de casi 12 millones de canes en total.

Esto permite asegurar, tal como señala Benavides, que “la asociación interespecies [perro- humano] ha hecho que los perros se encuentren entre los mamíferos más exitosos en términos de expansión y número a nivel global”.

De esta manera, el estudio buscará analizar las interacciones de los perros callejeros con seres humanos, lo que incluye también a aquellos perros que habitan en casas y que tienen dueños, pero que durante el día transitan por la calle.

 

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El objetivo del estudio es comprender la coexistencia de ambas especies en sitios urbanos, como una manera de evidenciar las influencias que se dan de una especie sobre otra.

 

Animales “sociales y sociables”

La realidad de los perros callejeros hoy por hoy, plantea un escenario complejo para el investigador. Según postula, los perros callejeros, dado el contexto que condiciona su supervivencia, expresan su naturaleza de animales sociales, interactuando de maneras múltiples con su entorno así como con otros de su especie, y con otras especies, incluyendo a seres humanos.

Actualmente, los perros callejeros se encuentran regulados bajo legislaciones que apuntan hacia el cuidado de los animales en general y a evitar situaciones de abuso y maltrato. Sin embargo, Benavides asegura que esta es una dimensión que no profundiza en su desarrollo como animales “sociales y sociables”.

“Esto resulta fundamental para comprender las divisiones y organización establecidas por las personas respecto a los lugares que habitan estos perros, las maneras en que se forman relaciones mutuas con ellos, así como respecto a la trama de relaciones sistémicas que cruzan los espacios urbanos seleccionados”, indica.

“La situación de los perros a nivel mundial depende en buena medida de acciones humanas directas (…) es necesario estudiar en profundidad dichas relaciones e interacciones fundantes con un énfasis más específico desde la antropología social”.

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El estudio se concentrará en puntos específicos y áreas más amplias del espacio público de la ciudad intermedia de Villarrica y de la capital regional de La Araucanía, Temuco. 

 

Comprender la coexistencia

Así, durante esta primera etapa, el estudio analizará los principales puntos de concentración de los perros callejeros en estos asentamientos urbanos, las razones detrás de ello y las características que rodean a estos grupos.

“Con el estudio se espera generar una base de información detallada sobre las micro-dinámicas existentes entre humanos y perros callejeros, que permitan ayudar a comprender cómo se comparten espacios entre especies”, sentencia Benavides, “así como la naturaleza y características de las relaciones establecidas entre humanos y perros callejeros en ciertos puntos específicos y áreas más amplias del espacio público en Villarrica y Temuco”.

 

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Durante su investigación, el académico UC ha generado distintas herramientas de observación, entre ellas un manual de identificación donde ha ido generando una base de datos sobre los perros callejeros que observa durante sus actividades en terreno. 

En un paper publicado en mayo, el investigador de la UC, Tomás Ibarra, junto a las investigadoras de la UACh, Carla Marchant y Fernanda Olivares, documentaron el efecto que tiene el predominio de la Medicina Veterinaria Moderna frente a la Medicina Veterinaria Tradicional. “Es un conocimiento que ha sufrido un fuerte proceso de erosión”, indica.

El orégano y el canelo son algunas de las hierbas medicinales que más utiliza Pablo Neculpan, un hombre campesino de 44 años que vive en Relicura en la comuna de Curarrehue, y que las emplea en el tratamiento de enfermedades o problemas de salud en su ganado, compuesto por vacas, caballos y ovejas, principalmente.

Se trata de saberes que, tal como explica Pablo, son conocimientos que se han traspasado de generación en generación a raíz de lo que sus antepasados observaban con sus propios ojos. “Uno no necesariamente puede creer por superstición o por tincada, sino que también hay prueba en los hechos (…) esta medicina uno la iba adaptando a sus recursos para poder subsistir tanto en alimentos como en salud”.

 

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El ganado que se cría en las zonas cordilleranas de Pucón y Curarrehue se compone principalmente por gallinas, cabras, ovejas, cerdos, vacunos y caballos. 

 

“Mi suegro me hablaba del toronjil cuyano”, cuenta a modo de ejemplo, “contaba que en una ocasión andaba una yegua con un potrillo que estaba un poquito desnutrido, entonces la yegua, que andaba comiendo, fue a dar a un manchón de toronjil cuyano y cuando él revisó la bosta del potrillo, vio parásitos que el animal había botado ahí. Y después se recuperó”.

Esta práctica es acuñada como Medicina Veterinaria Tradicional o etnoveterinaria: aquella que surge de la práctica de campesinos y campesinas que, a través de la prueba y el error, han desarrollado sus propios conceptos y técnicas en el tratamiento y cuidado del ganado.

 

Un conocimiento erosionado

Sin embargo, este conocimiento se ha visto erosionado, tal como explica el investigador del Centro UC de Desarrollo Local, Tomás Ibarra. “La erosión se refiere básicamente a que el conocimiento y la práctica relacionada al mundo agrícola, se ha visto afectado por una serie de procesos históricos y contemporáneos”.  

Es por esta razón que Ibarra, junto a la académica de la Universidad Austral de Chile, Carla Marchant, y la médica Veterinaria magíster en Desarrollo Rural, Fernanda Olivares, desarrollaron una investigación que buscó documentar y revitalizar este tipo de conocimientos.   

Esta investigación se tradujo en un paper publicado en mayo en el Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine y que abordó la experiencia de 60 campesinos y campesinas del sur de los Andes, específicamente de los municipios de Pucón y Curarrehue, a través de entrevistas que tuvieron lugar entre diciembre de 2020 y marzo de 2021. Pero ¿específicamente qué situaciones estarían erosionando la etnoveterinaria?

 

Los efectos de una agricultura intensiva

Según señala Ibarra, es un proceso político y social de décadas que tiene sus bases en la Contrarreforma Agraria desarrollada en dictadura. “Se les empieza a tratar a los campesinos de agricultores y de clientes, y se da con mucha fuerza la conversión de estos hacia una agricultura intensiva y, en particular, al manejo del ganado basado en el uso de químicos o agroquímicos, entre ellos fármacos”.

Los efectos que tendría el uso de este tipo de elementos en el ganado tendrían una directa relación no solo con la pérdida de estas prácticas, sino que también con la pérdida de la biodiversidad.

 

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Con la Contrarreforma Agraria desarrollada en dictadura, los campesinos y campesinas comenzaron a ser vistos como agricultores y clientes, en un giro hacia una agricultura más intensiva y orientada a la producción.

 

Según señalan Marchant y Olivares, “estudios de nivel mundial alertan de los crecientes procesos de resistencia bacteriana y parasitaria, junto con la contaminación alimentaria y/o ambiental que genera el uso de diferentes fármacos sintéticos en los sistemas de producción animal”.

“Por ejemplo se ha estudiado que el uso fármacosm como la ivermectina, se relaciona con la disminución de escarabajos estercoleros que habitan las praderas movilizando el abono animal, asociándose a una mayor fertilidad del suelo y control biológico indirecto de parásitos en animales”, explican.

Pero para Pablo, el uso de fármacos es una forma rápida y fácil de tratar a sus animales. “Uno siempre cuida a sus animales cuando están afectados”, señala, “por ejemplo, ahora tengo un animal que tiene mucha mucosidad y para salir luego del paso, ahí vamos al fármaco”.

 

Políticas públicas culturalmente apropiadas

Es por ello por lo que los investigadores apuestan por el desarrollo de políticas públicas que estén en sintonía con las comunidades que se ven impactadas por este tipo de acciones y sus prácticas.

“Para que las acciones de proyectos y planes de dichas políticas públicas que trabajan con la Agricultura Familiar y el mundo rural sean exitosas”, explican Marchant y Olivares, “es necesario que estas sean territorialmente pertinentes y participativas, es decir que se realicen considerando la diversidad biocultural de las y los campesinos de cada rincón del país”.

En otros países de Latinoamérica, como Colombia, Bolivia o Perú, el desarrollo de políticas públicas con enfoque participativo, es decir que cuenten con una participación vinculante del campesinado sobre las medidas que se adopten y decidan, han dado buenos resultados al ser medidas que han involucrado a las comunidades desde el principio.

Pero para Ibarra, estas políticas públicas pertinentes con el mundo agrícola tienen que desarrollarse de manera sistémica y generalizada. “No solamente la política pública referida al Ministerio de Agricultura o al Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP), sino que también políticas educativas, económicas, que fomenten la revitalización de estos saberes, con cambios de carácter más sistémico”.

“Las políticas no tienen que quedarse en lo que fue, sino que avanzar a una estrategia de adaptación e innovación en la práctica de manejo de animales”, agrega, “para poder fomentar, incluir el conocimiento tradicional con nuevos aspectos que se han ido desarrollando en los territorios, con nuevos conocimientos, nuevas prácticas e ir pensando en el futuro de los rebaños, de la economía local y en realidad de la soberanía alimentaria local”.

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El canelo es una especie de árbol con un significado ancestral en la cultura mapuche, además de ser un árbol que se utiliza para el tratamiento de distintas afecciones, como la parasitosis. Pablo Neculpan lo utiliza frecuentemente en el cuidado del ganado. 

 

Así como él aprendió de sus padres, abuelos y suegros, Pablo hoy ha trabajado estos conocimientos con sus propias hijas, traspasando estos saberes. “Una de ellas está estudiando Agronomía y a ella le voy enseñando el uso de estas hierbas en los animales”, explica.

Para el campesino de 44 años, estos son conocimientos valiosos en su subsistir y en cómo comprende su relación con el ganado, algo que, según asegura, fue un conocimiento que “siempre fue”, que siempre existió, al menos en los relatos de su familia.

El vicerrector sostuvo reuniones donde pudo conocer de cerca el trabajo realizado por el Cedel UC y el Explora La Araucanía durante sus años de funcionamiento. Según comentó Bouchon, los logros alcanzados hasta el momento "dan cuenta también de un estado de madurez".

Durante su visita al Campus Villarrica UC en el marco del lanzamiento de PREATI, el vicerrector de Investigación UC, Pedro Bouchon, aprovechó la ocasión para reunirse con representantes del Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC) y del Programa Asociativo Regional (PAR) Explora La Araucanía, encuentros tras los que valoró positivamente el trabajo desarrollado por los equipos durante los últimos años.

“Fue muy interesante ver el impacto que ha tenido el desarrollo del Centro estos últimos años”, señaló Bouchon, “en términos de la investigación colaborativa que están haciendo en los distintos ámbitos, con mucha investigación interdisciplinaria, con mucha difusión y también con publicaciones en revistas de alto impacto que dan cuenta también de un estado de madurez”.

“Probablemente todo eso ha ido creciendo en la medida que como Centro hemos instalado una forma de trabajar colaborativa”, complementa el director del Cedel UC, Gonzalo Salazar, “no solo con distintas disciplinas de la Universidad sino que también con distintos actores del territorio en distintas escalas”.

 

Encuentros Cedel UC

El vicerrector se reunió en primer lugar con Salazar, quien es también investigador principal de la línea "Planificación y Gobernanza del Territorio" del Centro, acompañado por la coordinadora General del Cedel UC, Sofía Rojo, la directora de Investigación del Campus Villarrica, Karina Cárdenas, y los investigadores principales de las líneas del Centro “Turismo Sustentable y Desarrollo Económico Local”, Andrés Ried, “Educación para la Sustentabilidad”, Martín Bascopé y “Sustentabilidad de Sistemas Socio-ecológicos”, Tomás Ibarra. De esta última línea también participó el güiñólogo, Nicolás Gálvez.

Luego, el vicerrector se reunió también con representantes del programa Explora La Araucanía, iniciativa ejecutada por el Cedel UC. En particular, la reunión estuvo a cargo del director del programa, Daniel Opazo y su coordinadora, Alejandra Rojo. En esta segunda instancia también participaron Salazar y Cárdenas, así como el director del Campus Villarrica UC, Gonzalo Valdivieso.

 

Atraer talento

Tras ambas reuniones, el vicerrector consideró que, hoy por hoy, la meta es “atraer más talento hacia este lugar”. “Es muy importante ver de qué forma generar mecanismos concretos para poder producir un intercambio multidireccional, con unidades académicas de la Universidad, con académicos, con estudiantes, pero también vínculos internacionales”.

De esta manera, Bouchon apuesta por una visión más ambiciosa en las colaboraciones y alianzas que se puedan producir desde el Cedel UC y del Explora La Araucanía, con otros actores relevantes para la producción y comunicación de la Ciencia.

“Tratar de vincularse de forma temprana con futuros postulantes, para que este lugar no sea solo una lugar para realizar pasantías y estadías”, señala, “sino que para generar proyectos de tesis desde acá, arraigados acá, con un contenido local, pero de una forma mucho más ambiciosa”.

El académico del Campus Villarrica UC viajó hasta la ciudad de Piura en Perú, donde tuvo la oportunidad de compartir de cerca e intercambiar experiencias con investigadores e investigadoras de toda Latinoamérica. "La reunión nos permite visualizar lo que podemos lograr como grupo", indica.

Del 15 al 20 de mayo el académico del Campus Villarrica UC e investigador del Cedel UC, Nicolás Gálvez, estuvo participando de la Primera Reunión Regional para la Conservación de Felinos Neotropicales en Piura, Perú, específicamente en el centro de rescate de fauna silvestre, Margarita Zoo.

En el encuentro participaron investigadores e investigadoras de toda Latinoamérica que se dedican a la investigación y preservación de especies como el ocelote o el jaguarundi, donde Gálvez aportó con su visión como güiñólogo y representante del Grupo de Trabajo por la Güiña, guigna.org.

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El académico es experto en la Güiña, una especie que se encuentra en riesgo y que habita gran parte de los bosques del sur de Chile.

Intercambio de experiencias en felinos neotropicales

Un grupo de académicos dedicados a la investigación del gato de las pampas hizo posible este encuentro tras la adjudicación de fondos del The Mohammed Bin Zayed Species Conservation Fund, con el propósito de reunir a los distintos grupos de investigadores dedicados a la investigación de felinos neotropicales, y que vienen consolidando su trabajo durante el último año.  

“Fue un encuentro de diversas personas trabajando en la conservación de felinos silvestres, desde México, Costa Rica, Perú, Argentina, Brasil y Chile”, señala el académico. “Fue una oportunidad para conocer las iniciativas en los distintos países, las amenazas y las formas en que los grupos realizan sus trabajos y cómo se organizan”.

 

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El grupo conoció de cerca el trabajo realizado por Margarita Zoo, un centro de rescate de fauna silvestre. 

 

Visualizar el trabajo en grupo

Durante la reunión, investigadores e investigadoras se reunieron a plantear los desafíos y metas que se presentan en los distintos contextos, para las distintas especies. En ese sentido, realizaron un recorrido por el centro que albergó el encuentro, donde pudieron conocer de cerca el impacto que sufren los animales por el tráfico ilegal de especies.

“Además, un momento importante del encuentro fue cuando fuimos a visitar la iniciativa de conservación del gato de las pampas  y visitamos su hábitat desértico que se encuentra circundante a un manglar en la costa”, señala Gálvez. “Cuando llegamos vimos que había un incendio de los Algarrobos (prosopis sp) con lo que pudimos observar las amenazas al ambiente”.

Tras la reunión, se espera generar una sistematización de las reflexiones y observaciones resultantes del encuentro. “La reunión nos permite visualizar lo que podemos lograr como grupo y comenzar a gestionar diversos proyectos en distintas localidades que fomenten la coexistencia con estos felinos”, sentencia el güiñólogo.